Buscar este blog

miércoles, 16 de abril de 2014

Un año después...

MIÉRCOLES 16 DE ABRIL DE 2014:

     No me he olvidado en absoluto de este blog. He estado continuamente pensando qué escribiría un año más tarde tras mi operación de histerectomía. Este martes 15 hizo un año. El 15 de abril de 2014 ingresaba en el hospital, y era al día siguiente cuando me extirpaban mi útero y un ovario.
     Ha llovido mucho desde entonces. Mi vida no ha cambiado gracias a la histerectomía, tal como leo en ocasiones: "Soy una mujer diferente desde que me operé", "mi vida ha mejorado desde que me hice la histerectomía", "ya no soy la misma, ahora mi vida es mucho mejor". Para ser sincera, no he notado todo esto que dicen algunas. Que no tengo que comprar compresas o que no sangro es lo mejor. Pero yo sigo siendo la misma persona insegura, introvertida, tímida... Aún tengo mis reservas, después de un año. Es decir, todos los meses pienso que "voy a caer mala" (como decimos cuando nos viene la regla), pero en realidad no ocurre eso, aún así, sigo pensando en ello ("ya verás que algún día te llevarás una sorpresa" - me digo).
     No soy más feliz porque me haya hecho la histerectomía. Tampoco más segura ni despreocupada... Y en absoluto me siento desdichada. Hace unos meses le comenté a una persona que conocí hace poco, que hacía solo poco menos de un año me habían quitado unos miomas, y con ellos, mi útero. Lo primero que hizo fue compadecerse de mí. Yo me reí, porque "lo normal" es que una mujer esté realizada cuando tiene hijos (por lo menos, es lo que pienso la mayoría de la sociedad). Luego le dije cuáles eran mis pretensiones respecto al tema de los niños. Y me confesó que efectivamente le entristecía saber que una mujer ya no puede tener hijos. Pero no todas hemos nacido con instinto maternal.
     Como no soy una persona constante, la crema Nivea me la suelo aplicar cada Corpus Christi. Vamos, una vez cada 2 meses aproximadamente. Tengo algo de sensibilidad a lo largo de la cicatriz, que hay que decir, que el ginecólogo se portó muy bien (él mismo me dijo cuáles eran sus intenciones), realizar el corte en la zona menos visible, entre el estómago y el pubis.
     En cuanto a los dolores, no he vuelto a tener salvo en 3 ó 4 ocasiones, pero tan fuertes como cuando tenía la regla, o sea, fortísimos. Pero sólo un momento. Tomo un ibuprofeno y Santas Pascuas. Hace una semana y de madrugada, mientras dormía, soñé que me dolía muchísimo el estómago, los mismos dolores antes de operarme, eran tan fuertes los dolores en mi sueño, que me desperté y comprobé que eran dolores reales, me estaba doliendo mientras estaba durmiendo. Como ya no compro tanto ibuprofeno como antes, no conseguí dormir tranquila. Por la mañana comenzaron a remitir y me sentí más aliviada. Por eso, al principio de mi alegato, indico que no me encuentro más segura ni despreocupada porque, aunque son pocos, sigo teniendo dolores muy similares a cuando "caía mala". No sé a qué son debidos esos dolores, pero casualmente me ocurre una vez al mes, aunque ahora cada varios meses.
     En resumidas cuentas, si mi vida ha cambiado, no ha sido porque ahora tengo un útero y ovario menos.