Desde la última vez que escribí, en julio de 2013. Respecto a mi vida ha habido algunos cambios, en cuanto a la operación, ya no recuerdo los cólicos. Es decir, no recuerdo que me doliera el estómago (como me dolía cuando tenía la menstruación, con aquellos fatídicos cólicos), desde hace unas cuantas semanas, me atrevería a decir, desde hace uno o dos meses. ¡Ya no tengo cólicos!
Sigo con la crema Nivea, la de toda la vida. Aunque es un poco espesa para ponerme sobre la herida (el médico que dejó una maravillosa cicatriz en un lugar casi invisible. Y, aunque se hubiera visto, poco me habría importado). Decía, que Nivea, la del bote azul, es algo espesa para la herida, que sí he notado que tengo más sensible esa parte, es decir, me aplico la crema y siento un poco de dolor, ya que la estoy frotando. Me toco un poco y noto algo de daño.
También uso Nivea en la ducha, ¡una maravilla! Es más líquida y fácil de aplicar, aunque paso la mano por la herida para aplicarme la crema, y ésta me duele un poco. Pero nada sin importancia.